800
aniv del encuentro en Dalmieta, Egipto.
En busca del diálogo y la
colaboración mutua
Comunidades islámicas
occidentales
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En busca del diálogo y la
colaboración mutua
Francisco escribe una carta en el 800 aniv
del encuentro en 1219 en Dalmieta, cerca de El Cairo, de san Francisco de Asís
con el sultán Al-Malik Al-Kamel, con
motivo de la celebración del 1 al 3 de marzo en El Cairo de ese acontecimiento.
En ella recuerda que el “poverello”
es “un hombre de paz que entendió que
todo fue creado por un solo Creador bueno, por lo que todos los hombres tienen
en Él un Padre común”. San Francisco conversó con el sultán “con un corazón intrépido que no había sido
enviado por los hombres, sino por el Dios Altísimo, para mostrarle a él y a su
pueblo el camino de salvación y proclamar el Evangelio de la verdad y el
sultán, viendo el admirable fervor del espíritu y la virtud del hombre de Dios,
lo escuchó con gusto”.
Los esfuerzos por mejorar
(¿definitivamente?) las relaciones entre los cristianos y los islamistas se van
proliferando desde el Concilio Vaticano II. En junio de 1995, con motivo de la
inauguración de la mezquita de Roma, Juan Pablo II declaraba que “este
acontecimiento constituye un signo elocuente de la libertad religiosa que aquí
se reconoce a todo creyente (…) me alegro de que los musulmanes se puedan
reunir en oración en la nueva mezquita de Roma, espero vivamente que a los
cristianos y a todos los creyentes se les reconozca en todo el mundo el derecho
a expresar libremente su fe”.
Benedicto en la mezquita azul, XII-2006 |
En septiembre de 2008 el Papa
Ratzinger había bendecido la iniciativa vaticana del primer seminario del fórum
católico-musulmán internacional y en mayo 2009, visitó Jordania de viaje
pastoral y allí encontró –dijo- un islamismo dispuesto al diálogo. El rey
jordano reconoció acabada la polémica abierta por Benedicto XVI en la
Universidad de Ratisbona (IX-2006) pues, como muchos musulmanes, entiende que
aquella afirmación anti islámica no era su opinión personal sino simplemente
una cita en una lección académica. Aquel 26 de septiembre de 2006, Benedicto
XVI hizo un discurso por el que el mundo islámico se sintió ofendido y protestó
por citar al emperador bizantino Miguel II Paleólogo que dijo a un persa culto
con quien conversaba: “Muéstrame también
aquello que Mahoma ha traído de nuevo y encontrarás solamente cosas malvadas e
inhumanas como su directiva de difundir por la espada su fe”. Se sitúa el
diálogo en Ankara en invierno de 1391. En ese 2006 visitó la mezquita turca
azul de Sultanhamed (30-XI) que recorrió descalzo y donde rezó un minuto.
Universidad Al-Azhar |
En febrero de 2010 se celebró en
El Cairo la reunión anual del Comité permanente de Al-Azhar para el Diálogo
entre las Religiones Monoteístas y el Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso de la Santa Sede. El encuentro fue presidido por el jeque
Muhammad Abd al-Aziz Wasil, "wakil" (representante en los asuntos
jurídicos) de Al-Azhar y presidente del Comité para el Diálogo de Al-Azhar, así
como por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo vaticano.
Al-Azhar es la universidad más antigua del mundo, fundada en el año 975, y es
vista por la mayoría de los musulmanes sunníes
como la escuela más prestigiosa. La Europa medieval cristiana copiará de ellos.
El cardenal Tauran dio las
gracias al gran imán de Al-Azhar, el profesor y jeque Muhammad Sayyed Tantawi,
por haber condenado los actos de violencia en los que murieron seis cristianos
y un policía musulmán en Naga Hamadi (Egipto), en la Navidad ortodoxa de 2009.
El jeque Tantawi declaró que sólo hizo lo que consideraba que era su deber ante
esos trágicos acontecimientos.
Juan Pablo II besando el Corán |
En el umbral del tercer milenio,
a nivel social se nota un rebrotar con fuerza el auge del islamismo -¿por la
crisis de la civilización occidental?- que parecía aletargado durante la
segunda mitad del segundo milenio. Parecía que Lepanto había sido el freno al
expansionismo musulmán, a lo largo de casi un milenio: nueve siglos desde el
VII al XVI; casi la mitad de la era cristiana.
El fundamentalismo es, para
muchos musulmanes, inevitable por cuanto el progresismo del Islam significa el
retorno a la literalidad de la Tradición, es el regreso a las formas antiguas como
único modo de preservar la fe salvadora. El contacto de su sociedad con la
civilización no musulmana es, para ellos, la causa de todos los males. De reojo
uno no puede dejar de ver las diferencias y las coincidencias con el
cristianismo europeo o romano.
Comunidades islámicas
occidentales
En el umbral del tercer milenio, se
empezó a considerar los musulmanes de la diáspora europea y para el año 2000, se
calculaban casi 10 millones: 4 millones en Francia (magrebíes argelinos, senegaleses de
Malí,...); en Alemania 2,5 millones (turcos,...); en Gran Bretaña 1,7 millones
(indios, pakistaníes, árabes, chipriotas,...). En Holanda e Italia 500 mil, en
Bélgica y España 300 mil. En Suiza se calcularon más de 400 mil cuando prohibían por referéndum que las mezquitas tengan minarete aunque curiosamente, de las 180 mezquitas suizas, sólo 4
lo tienen y ninguna para llamar a la oración. Ahora son unos 18 millones los musulmanes en Europa
Musulmanes ante el Coliseo romano |
Además se observa el fenómeno de
bastantes conversiones al Islam por parte de europeos de interés público; se ve
que hay ciudades que podrían tener alcaldes musulmanes como Granada, Melilla,
Marsella, Londres, etc. La numerosa comunidad musulmana británica planeaba
construir de 80 a 100 nuevas mezquitas en estos próximos años por toda Gran
Bretaña; 20 en Londres.
Junto a La Alhambra granadina han
surgido numerosas mezquitas financiadas por Libia y Marruecos, Arabia,
Pakistán, Marruecos y Malasia. Quieren acuñar moneda propia de oro y plata y
tener cementerio propio. El barrio del Albaycín tiene multitud de casas habitadas
por familias musulmanas.
Es conocido el poderoso grupo
islámico norteamericano “Nation of Islam” y la conversión a esta religión del
antaño campeón del mundo de boxeo, de pesos pesados, Cassius Clay que pasó a
llamarse Mohamed Alí. Luego le han ido imitando otr@s del mundo del cine, de la música del deporte.
En los países occidentales donde
actualmente son minorías que viven entre el “ghetto” y la discriminación, por lo que la
alternativa que se les presenta está entre la “conquista” o la asimilación.
Riay Tatary, Secretario General de la Comunidad Islámica de España afirmaba que
“el proyecto de los musulmanes es de
convivencia con los demás ciudadanos y las demás religiones. Queremos formar
parte de esta sociedad”. El mufti de Marsella, S. Bencheikh, opinaba a su
vez que “la idea de la incompatibilidad
del Islam con la laicidad, que tanto preocupa, me parece sin fundamento”.
Pero los hay que opinan todo lo contrario y estimulan la segregación, la no
contaminación, el “gueto” y no perder la identidad; han de vivir en Occidente como si
estuvieran en su país de origen. Y no pocos occidentales tienen el prejuicio
racista metido en el subconsciente por lo que "sin querer" los
marginan o desprecian y facilitan el "ghetto".
Muchos de ellos son conscientes
de que en Europa ha fracasado el comunismo ateo y el capitalismo liberal, y por
su evidente degradación moral se enciende de nuevo la ilusión en su proyecto de
vida. Antes era la superioridad industrial, cultural y militar de los países
occidentales el gran poder vencedor de la historia universal. Pero ha
desaparecido tal superioridad con la crisis moral de la civilización occidental, en
donde está ubicado el mundo cristiano. Su contradicción moral y su confusión
interior coincide con el auge del poder económico de los países árabes y el
alma islámica despierta. “Nosotros
también valemos algo”, dicen ellos afirmando también que “los países occidentales no tienen mensaje
moral, la religión cristiana ha abdicado, ya no le queda nada de auténtica
religión. No tienen moral ni fe; sólo les quedan restos de ideas de una
Ilustración moderna. Nosotros tenemos una religión firme y segura” (cf La
sal de la tierra, pp. 264-66).
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