lunes, 25 de marzo de 2019

EL VERBO SE HIZO CARNE

Jesucristo y el valor divino de lo humano


Cada 25 de marzo se conmemora la concepción de Jesús, o sea la Encarnación del Verbo, cuando, 9 meses antes de Navidad, María de Nazaret responde “hágase en mí según tu palabra”, o sea “sí, quiero”. Y concibió por obra del Espíritu Santo.

Cada página de los evangelios, cada detalle de la vida de Jesús, Dios hecho hombre sin dejar de ser Dios, y de su madre María, madre de Dios, tiene una naturalidad que inquieta a la mente y acelera el corazón. El Verbo se hizo carne, se encarnó y así podemos descubrir lo invisible por lo visible, a Dios por la humanidad de Jesús de Nazaret, Dios hecho hombre. Jesús mismo nos lo dirá dirigiéndose a Felipe: “el que me ve a mí (hombre), ve al Padre (Dios)” (Jn 14, 9). En otra ocasión dice que “el Padre y yo somos uno” (Jn 10, 30). “Que conozcáis y sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre (Jn 10, 38).

Juan Pablo II en la encíclica “Fe y razón” (14-IX-1998) termina diciendo que “María, en el consentimiento dado al anuncio de Gabriel, nada perdió de su verdadera humanidad y libertad”.

Ya con su primera encíclica “El Redentor del hombre” quería fomentar entre l@s cristian@s esa misma actitud de Jesús, el Redentor que vino al mundo para reparar lo humano estropeado y no para arrasar con ello y montar algo nuevo y distinto, algo ni humano ni terrenal ni material.

Un detalle de humanidad humana lo ofrece el papa Francisco cada año, el domingo del Bautismo de Jesús en el Jordán, que, siguiendo la tradición de Juan Pablo II y Benedicto XVI, bautiza varias criaturas en la capilla Sixtina y en la ceremonia religiosa recuerda que si el bebé llora porque tiene hambre, “¡mamás, no tengáis reparo en darle de mamar en la casa de Dios!”.

Dentro del cristianismo, enseguida aparecieron quienes negaban la humanidad de Jesús y dicen ser solo una apariencia como afirmó el comerciante griego docetista Marción (+160) y los priscilianistas. El marcianismo duró 300 años aunque mala yerba nunca muere y por eso Juan Pablo II pidió que un “adecuado redescubrimiento de la catequesis (…) sobre la persona de Jesucristo y su misterio de salvación” (Tertio milenio adveniente, 42). “Si hoy, con el racionalismo que reina en gran parte de la cultura contemporánea, es sobre todo la fe en la divinidad de Cristo lo que constituye un problema, en otros contextos históricos y culturales hubo más bien la tendencia a rebajar o desconocer el aspecto histórico concreto de la humanidad de Jesús” (Novo milennio ineunte, 22).

También Wojtyla escribió que “La Iglesia, mirando con los ojos de Cristo mismo, se hace cada vez más consciente de ser la custodia de un tesoro: el tesoro de la humanidad”. Está claro que sorprende lo que dice el profeta Nehemías quien en nombre de Dios propone: “Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene preparado” (Neh 8, 10).

La historia enseña que curiosamente los humanismos aparecen unas veces como solución y otras como problema y que también en nombre del cristianismo se han dirigido ataques al humanismo. No hay que olvidar el principio básico de la Teología: la gracia no destruye la naturaleza.

Juan Pablo II no solo ratificó en Sollicitudo Rei Socialis (1987) la idea de Populorum progressio de Pablo VI (a los 20 años de publicarla), sino que convirtió el concepto 'humanismo integral' en parte sustancial de su preocupación y tema central de su Pontificado.

Benedicto XVI, repetía en Caritas in veritate que “la fuerza más poderosa al servicio del desarrollo es el humanismo cristiano”. En otra ocasión, en un encuentro con las Academias Pontificias romanas (15-XII-2005), cuya temática fue precisamente "Cristo, Hijo de Dios, hombre perfecto, «medida del verdadero humanismo»”, recordó a toda la Iglesia que “la palabra de Dios (…) nos invita a comprometernos con todas nuestras fuerzas en un alto grado de humanidad”.

Desde otra perspectiva, Teresa de Ávila decía: "Acaece acá cuando Nuestro Señor (…) muéstrale claramente su sacratísima Humanidad de la manera que quiere, o como andaba en el mundo o después de resucitado”.

No han faltado sant@s cuidando de manera particular las cosas humanas como Ambrosio Traversari (†1439 con 63 años), General de su Orden camaldulense, fue gran humanista, compañero de fra Angélico. Francisco de Sales, el santo de la dulzura y del humanismo cristiano. Tomás Moore (†1535 con 57 años), gran humanista amigo de Luis Vives y de Erasmo quien decía de él que era “un hombre completo”. Giovanni Battista Piamarta (†1913 con 72 años), sacerdote de la diócesis de Brescia que se dedicó a hacer progresar cristianamente a las nuevas generaciones con claras dosis de humanidad y bondad.

Con motivo del primer aniversario del fallecimiento de Roger Schultz, “hermano Roger“ (16-VIII-2005 con 90 años), religioso fundador de la Comunidad ecuménica de Taizé, Benedicto XVI, en la audiencia general, dijo: “Pidamos al Señor que el sacrificio de su vida contribuya a consolidar el compromiso de paz y de solidaridad de cuantos están preocupados por el futuro de la humanidad».

Francisco escribe en su primera encíclica “La alegría del Evangelio” (Evangelii gaudium, EvG): “Siento una enorme gratitud por la tarea de todos los que (…) muestran ese inmenso amor a la humanidad que nos ha inspirado el Dios hecho hombre” (EvG, 76).

Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos” (EvG, 183).

A la Pontificia Academia para la Vida, en el 25° aniversario de su fundación (11-II-2019), Francisco escribió una carta al Presidente de la Academia, mons. Vincenzo Paglia en la que dice que “la comunidad humana ha sido el sueño de Dios desde antes de la creación del mundo. La Iglesia está llamada a relanzar vigorosamente el humanismo de la vida que surge de esta pasión de Dios por la criatura humana”.

Al terminar los ejercicios espirituales (15-III-2019) del Papa y la Curia vaticana, Francisco ha agradecido de manera especial al predicador, el abad Bernardo Francesco María Gianni, su trabajo para hacerles entrar, “como hizo el Verbo, en lo humano y entender que Dios siempre se hace presente en lo humano”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JESUCRIST REI DE L’UNIVERS

La dimensió social de l’evangelització A la 2ª lectura d’avui, diumenge XXXIV del TO, cicle C, últim del any litúrgic doncs el proper és e...